Uno que es parco en muchas materias, vislumbra con cierta amargura la política española. Después de dos elecciones generales, parece ser que estos, nuestros políticos, siguen sin ver que la sociedad está muy dividida y que es hora de pactar. Si, de pactar. Y ahí entra mi amargura. El PP, partido más votado por los españoles, salpicado por la corrupción propuso un gran pacto que fue rechazado por el 2 partido más votado, el PSOE, salpicado también por la corrupción y actualmente fragmentado. Un tercer partido que se valió de la calle para llegar a donde está (y lícito por tanto incompetente y chorizo) y que más allá de sus ideas (para mi obsoletas) proponía un cambio y el fin del bipartidusmo con una nueva forma de ver la democracia, o no, porque me recuerdan a tiempos en otros países donde la historia les juzgo y puso en su lugar, y una cuarta fuerza denominada de centro, que hizo pactos puntuales de gobierno tanto con Pedro Sánchez como con Mariano Rajoy, unos pasos que van más allá de ideales políticos y que sirven para ver que, al igual que en la época de la transición y a pesar de tener ideales diferentes, se pactan acuerdos por el interés general (y sobre todo sin entrar a formar parte del gobierno).
Unos proponen una gran coalucion de izquierdas, otros pactos de gobierno, otros abstenerse y ser oposición firme, y otros no es no y a terceras elecciones.
En mi modesta opinión, estoy harto. Por políticos corruptos, por políticos incendiarios , por políticos que sólo piensan en intereses partidistas y de sus electores y por políticos que tendrían que haberse ido por dignidad política.
Y así estamos, muy pocos son los que piensan que es hora de comenzar una nueva etapa. Muchos son los que piensan que la calle es la batalla, y muchos son los que piensan que antes de pactar y buscar soluciones nos vamos a terceras elecciones. Al final, con una ley electoral incomprensible en el siglo XXI, una política politizada y con nula independencia, me lleva a recordar tiempos donde la mecha estaba encendía muy cerca del polvorín. Elijan ustedes si quieren incendios y explosiones o de una santa vez nos ponemos a trabajar.
Yo ya he elegido camino y ya trabajo para todos.